Los pequeños gastos diarios afectan
las finanzas personales.
El no administrar bien los recursos
económicos ocasiona gastos en productos no pensados o compras por impulso.
Estar consciente de estas pequeñas
compras, y dejar de hacerlas, equivaldría en promedio al consumo mensual de
gasolina de un auto compacto o al cabo de un año a un viaje todo pagado a la
playa para dos personas.
Antes de gastar, haz cuentas y no te
emociones.
Recuerda que el consumo consciente
lleva tus decisiones sobre el dinero de un plano emocional a uno racional, cuestionando
si aquello que se va a comprar tiene una razón de ser, más allá del simple
impulso.
A FUMIGAR
Haz una lista de pequeños compromisos
a corto plazo para no perder el control de tus recursos económicos y asigna una
cantidad fija para gastos de impulso.
Incluye las compras de las que no se
obtiene un ticket o comprobante y por lo tanto, no concientizas dónde fue a
parar ese dinero.
Propinas y limosnas son monedas que
también cuentan en el gasto semanal, así como las compras en el comercio
ambulante.
Una vez que has detectado la plaga de
gastos menores, es necesario aplicar medidas correctivas que ayuden a erradicar
'los bichos' que adelgazan el bolsillo.
Si tu presupuesto se ha infectado,
sigue estas recomendaciones:
Analiza los pequeños gastos que se
realizan cada día.
Compra menos caprichos.
Considera el porcentaje de las
propinas en los consumos.
Registra cada compra o gasto en una
libreta.
Destina un monto específico por
semana para los 'pequeños' gastos.
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